“Quiero tener libertad de horario y de agenda para irme a hacer cursos de meditación por el mundo al lado del hombre al que quiero”
Esto fue lo que pensé cuando apareció ante mí, siete años después de salir de la facultad de psicología, la terapia de aceptación y compromiso.
Por fin, había encontrado, una disciplina que ponía en el centro de todo a las personas, sin etiquetas y sin rigideces.
Y por fin encontré las respuestas a los entresijos de la mente.
Dentro de la terapia de aceptación y compromiso, lo que más llamó mi atención fue, además de su practicidad, el enfoque de que dentro de nosotros están tanto las respuestas como las herramientas y recursos que necesitamos para liderar nuestra vida llueva o haga sol.
Uno de los recursos con los que trabaja esta psicología es la meditación y el mindfulness (aunque lo llama “ejercicios experienciales” para evitar prejuicios).
Me fasciné.
Necesitaba saber más para aplicarlo en mí misma y en mis sesiones.
Entonces me ofrecieron dos caminos para nutrirme más de esta disciplina:
Bien podía irme a la psicología más moderna.
O bien podía ir a las fuentes antiguas porque estos recursos y conocimiento tienen 2500 años.
Por un lado, empecé a estudiar a los psicólogos más modernos, y a especializarme en terapias de 3ª generación y Mindfulness.
Por otro lado, me fui a varios centros budistas a ver que decía el budismo al respecto.
de ambas disciplinas:
Dharma
entendido desde la
psicología sanitaria.
Y a nivel personal fue como volver a nacer. El comienzo de una nueva vida.
Poco a poco fui introduciendo en mis sesiones terapéuticas las meditaciones al tiempo que seguía formándome y viajando por el mundo.
Nepal, India, Grecia, Hungría, Bulgaria, Alemania y muchas ciudades de España fueron algunos de los destinos a los que fui para aprender con diferentes maestros de Meditación.
Que me di cuenta de que en esta nueva vida no encajaba un modelo de negocio presencial atendiendo a 30 pacientes al día.
Cada vez que me iba, era un jaleo increíble mover todas las terapias y una paliza de trabajo a la vuelta.
Y siendo honesta, lo que me hacía vibrar era la idea de viajar por el mundo de curso en curso junto a un maestro con el que conecté especialmente, y con mi pareja.
Quería ser libre para ir en profundidad formándome en Mindfulness, meditación y budismo. Para meditar y para adentrarme más en la práctica.
Descubrí que para poder llevar la vida que de verdad quería…
Y para ello necesitaba un cambio en mi trabajo. Además, la terapia tal y como la estaba haciendo en aquel momento drenaba mi energía.
Estaba agotada. Solo trabajaba, daba allí lo mejor de mi, y cuando estaba sin trabajar tenía que descansar.
Una vida en la que no podía darle lo mejor de mí misma a las personas que quería.
¿Qué tipo de madre iba a ser?
¿Una madre exitosa con un gabinete lleno de pacientes, pero que no tiene fuerzas para jugar ni tiempo para estar con sus hijos en el idílico jardín del chalet?
Por otro lado, si decidía bajar el ritmo de trabajo para estar menos cansada…
¿Tendría que ser una de las miles de mujeres que renuncian a la abundancia y al éxito profesional para poder estar presente?
Yo quería tener el dinero suficiente para disfrutar con mis hijos, darles la vida que quiero, ayudar a mis padres, viajar con mis maestros y seguir aprendiendo sin tener que mirar el precio de las formaciones.
Así que seguir trabajando en el gabinete de la forma en la que lo estaba haciendo ya no era una opción.
Un nuevo modelo de negocio que me permitiera vivir de la meditación a la vez que viajar por el mundo, seguir formándome y ser una mujer presente con los míos.
Así lo hice.
Todavía recuerdo la sensación de plenitud y felicidad en una de mis primeras sesiones de meditación guiada en 2014.
Sentí que había “hackeado” al sistema.
Porque además, seguía ayudando a la gente y llevándome esa satisfacción de ver a las personas florecer de entre sus oscuridades y brillar de empoderamiento.
Eso, simplemente, fue el comienzo de una nueva etapa.
En el Liceo del Mindfulness no solo comparto contigo todo lo que sé sobre la unión de la psicología con el Mindfulness y su base oriental, si no que voy un paso más allá, comparto contigo el modelo de negocio que me permitió a mi ser libre y vivir con abundancia interna y externa como instructora de Mindfulness.
Da igual que seas psicólogo, coach, artista, administrativo, profesor o trabajes en recursos humanos.
Y da igual que vayas a gente que tiene interés en meditar 45 min al día…
…o que vayas a gente que casi no puede meditar porque son niños, viejitos o no son capaces de estar con los ojos cerrados tanto tiempo.
Da igual que vayas a gente con mucho tiempo libre y mucho interés en meditar…
…o al contrario, con poco tiempo libre y prefiriendo prácticas cortas, como los adolescentes o empresarios.
Siempre hay opciones
Quizá no puedes dar todo un programa en profundidad pero sí puedes darles recursos que les van a ser útiles en la vida.
Y cualquier ayuda es mejor que nada.
La tríada de
Loca Sabiduría:
Las intervenciones basadas en Mindfulness (Crane y Cols, 2016) te dan flexibilidad, variedad para poder tener un negocio con diferentes programas/productos/servicios y libertad de no tener que aplicar ningún protocolo en concreto.
Personalizables a las personas a las que te diriges para ayudarles a liderar su vida y su mente y vivir con más salud, plenitud, felicidad y capacidades.
No rigidez.
Sí poner a la persona en el centro y ver con cada programa que demos qué es más útil en esa ocasión para esas personas.
Eso es lo que consigues al saber diseñar Intervenciones Basadas en Mindfulness, lo cual enseñamos en el Liceo de Instructores, desde Loca Sabiduría.
Y enseñamos desde una pedagogía cercana basada en Mentoría para acompañar al estudiante en el proceso de integrar todas estas enseñanzas en si mismo para hacerlo después en su vida y
trabajo.
Aprenderás cómo montar
tu propio negocio para
vivir del Mindfulness tal y
como lo hice yo misma.
Agradecerás tener el mapa completo de las posibilidades a la hora de configurar tu propio negocio incorporando todo tipo de experiencias de Mindfulness que quieras ofrecer.
Esa información te dará libertad también y nos ayudará a cumplir nuestro propósito de que esas Intervenciones Mindfulness que enseñamos se materialicen en diferentes partes del mundo y en diferentes sectores.
Esto es algo pionero y parece ser revolucionario en este sector donde parece políticamente incorrecto hablar de beneficio económico…
¡Aunque la industria del mindfulness
es una industria billonaria! ; )
- Llevamos 5 ediciones de formación a instructores de Mindfulness y Meditación.
- Más de 2000 alumnos han pasado por nuestras formaciones desde 2014.
- Somos la primera formación de Experto e Instructor en Intervenciones Mindfulness que cumple con los estándares internacionales para la enseñanza.
- Y la primera formación continua en Intervenciones Mindfulness a través de formaciones mensuales que también está avalada.
- Hemos ayudado a que muchas personas descubran un nuevo camino profesional que les tiene enamoradas de la vida.
- Y gracias a la flexibilidad de las Intervenciones Mindfulness hemos contribuído a que se esté dando de diferentes formas pero con rigor en centros de medicina, pedagogía, yoga, centros de tercera edad, de autismo, asociaciones varias, ayuntamientos, colegios…
Tenemos alumnos con proyectos e ilusiones preciosos con los hacer el mundo un lugar mas mindful : )
Y queremos que tras haberte formado en el Liceo vayas bien feliz y con la cabeza bien alta por cualquier parte del mundo donde quieras enseñar Mindfulness.
Si quieres formarte en el Liceo puedes escribirnos y concertar una llamada de asesoramiento gratuita sin ningún tipo de compromiso donde podamos asesorarte sobre la formación más adecuada para ti según lo que busques.
Destacado
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Guía Mindful
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Doble certificación: Instructor Experto en Intervenciones Mindfulness
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"Ha sido justo lo que necesitaba para tener un conocimiento arraigado que me de la solidez y la confianza para ofrecerlo profesionalmente y no hacerlo como de hobbie. Me ha dado “el permiso” de ser instructora de verdad y dedicarme a ello."
Ir de la mano con Alba y su buen equipo en esta experiencia de formación que es profunda, larga y muy interior, ha sido todo un acierto. Me ha aportado también humanidad compartida.
Recomiendo esta formación principalmente por el equipo aunque también por el conocimiento, que es realmente bueno (y lo digo habiendo hecho formaciones grandes de Mindfulness anteriormente). Desde comenzar por los inicios, ver todas las variantes que hay, llegar a la actualidad el Mindfulness de tercera generación… el formato lo hace muy cómodo y compartir proyectos, sueños y vivencias con los compañeros es algo precioso.
A nivel profesional me ha aportado a dedicarme a lo que me apasiona y le da sentido a mi vida.
Antes no me lo creía y no me daba el permiso.
Había hecho otras formaciones incluso la formación de instructora en un reputado protocolo pero sentía que me faltaba algo que era más de base, desarrollar habilidades y confianza.
El IEMBI me ha dado todo esto y gracias a la confianza y el apoyo de todo el proceso he podido ir diciendo que sí a las oportunidades laborales que iban saliendo, como enfocar un proceso de Mindfulness con una directiva, dar programas de Mindfulness en un gabinete, dar talleres de gestión emocional con Mindfulness en centros de formación profesional…
Sobre todo, lo que me ha dado esta formación es lo que necesitaba: permiso de ser instructora de Mindfulness, de verdad.
Ahora sí es una realidad.
El antes y el después de Marta:
El punto de partida de Marta era el abandono de una carrera profesional de éxito pero no de felicidad en la abogacía que culminó en una etapa donde decidió centrarse en cuidar de su salud y de si misma a nivel emocional-espiritual.
Comenzó a formarse en Mindfulness pero ninguna formación le hacía verse capacitada para ejercer.
Actualmente, tras el IEMBI está ejerciendo y llevando adelante varios tipos de actividades con Mindfulness especializándose en el área de Mindfulness en la inteligencia emocional.
Puedes escucharla en este video que hemos grabado en el retiro.
Marta Valés.
De abogada a instructora de Mindfulness.
"Aunque conocía mucho del yoga y la meditación lo hacía de forma intuitiva. Esta formación me ha dado solidez, rigor científico y la base psicológica para transmitirlo con confianza y ética."
Hacía mucho que no aprendía tanto porque uno se acomoda en la vida con lo que ya estudió, su trabajo, etc y el contenido es brutal.
Desde que he empezado este recorrido cada día aprendo algo nuevo, algo que me ilusiona y pongo nombre a cosas que ya sentía e intuía.
He disfrutado mucho de aprender y de las meditaciones que he explorado.
De esta formación salgo mucho más sabia. No solo por el contenido buenísimo que se aprende, sino por el proceso interno por el que pasamos durante todos los meses.
Como decía Pema Chodron con la práctica reconectamos con la maestra interior que tenemos y todo el recorrido formativo es una práctica de esto.”
Estas son las palabras de María Ares, que aunque entre el 2020 y el 2021 andaba en “la noche oscura del alma” como ella misma lo llama en un trabajo en una gran multinacional rodeada de estrés y de vacío en el área de marketing decidió mirar adentro como ya venía haciendo en su vida a través del yoga y la meditación y pegar un volantazo en su vida.
En esos momentos convulsos viviendo la crisis en su experiencia laboral veía alrededor que las bajas laborales y la ansiedad y el estrés por el trabajo eran una constante. A ella le ayudó tanto el yoga y la meditación que se planteó formarse profesionalmente en estos recursos para poder ayudar a otros.
A día de hoy vive de un proyecto precioso 100% de Mindfulness llamado “El arte de la quietud” donde hace vibrar todo lo aprendido en el IEMBI con sus retiros mimados al más mínimo detalle y formaciones online.
María Ares.
De trabajar en Marketing en una multinacional, a instructora Mindfulness.
"A nivel profesional me ha ayudado a querer ampliar mis horizontes y crear nuevos objetivos con ilusión, ahora lo aplico en la gestión del estrés en los cuerpos policiales. Ahora estoy comenzando a aplicarlo también en la gestión del dolor crónico y el dolor emocional asociado."
También a nivel personal me ha ayudado a entender las relaciones, ver la humanidad compartida y que el resto de personas con las que te relacionas son seres humanos como tu y que tienen problemas, inquietudes, objetivos… pero que todos buscamos lo mismo, ser felices y estar bien con quien nos rodea. Darme cuenta de que todos estamos en ese camino y en el mismo barco.
Lo recomendaría por muchas razones, por el temario y también por el crecimiento personal. Si realmente practicas y haces lo que se te va diciendo, hay un cambio en tu interior y en como vas evolucionando”
Daniel Castro de @vidayoguica, es policía y profesor de yoga. Imparte formaciones en el cuerpo de policía para ayudar a sus compañeros con meditación y otras herramientas para gestionar el estrés y las situaciones límite a las que se enfrentan.
Licencia ADM
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