Últimamente oímos hablar mucho de la ansiedad.
Parece que día sí, día también; alguien nos comenta que tiene ansiedad porque está nervioso o estresado.
Y a ti, tu pareja o tus amigos te dicen: “Oye, se te ve muy nervioso. Necesitas un descanso”.
¿Y qué pasa?
Que tú mismo empiezas a pensar que a ver si va a ser cierto que tienes ansiedad.
Y cuanto más lo piensas, más ansioso te sientes.
Y cuanto más ansioso te sientes…
¡STOP!
¿Lo ves? Por eso quiero que hablemos de este tema, porque no todo lo que llamamos ansiedad lo es realmente.
Y al revés, hay síntomas algo más escurridizos que no identificamos como ansiedad, pero sí lo son. Síntomas a los que deberíamos prestar atención.
¡Qué lío! ¿Cómo aclararse?
No hay problema. Voy a hablarte sobre este tema en los próximos post porque creo que es importante situarlo.
¡Vamos allá!
✅ Qué es la ansiedad (y qué no)
A veces se habla de la ansiedad como una enfermedad y no lo es: es un trastorno.
¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que no es algo provocado por un agente externo. Como una gripe por ejemplo: si pillas el virus, caes enfermo.
No funciona así.
La ansiedad es un proceso psicológico que se va desarrollando dentro de una persona y que tiene que ver con cómo gestiona sus emociones o sus pensamientos.
No toda la ansiedad es negativa. Hay una ansiedad natural que forma parte de la vida. Va a aparecer en distintos momentos y es normal que así ocurra. Se puede gestionar sin mayor problema.
La cuestión es que hay síntomas que se confunden con la ansiedad.
- El miedo no es ansiedad.
- El estrés no es ansiedad.
- La depresión no es ansiedad.
- Y estar muy pero que muy agobiado en el trabajo no es tener ansiedad.
No obstante, todo ello puede formar parte de una “bola” de síntomas que puede ir creciendo si no la controlas.
El problema empieza cuando esos síntomas se quedan atascados. No fluyen. Se mantienen en el tiempo y empiezan a afectar a tu calidad de vida.
Entonces es cuando sientes que estás perdiendo las riendas y cuando tienes que hacer lo posible para recuperarlas.
Porque si no lo haces, puede derivar en lo que nadie quiere vivir: acabar en urgencias con un ataque de ansiedad.
Pero antes de llegar ahí hay muchos escalones. Hay síntomas que podemos identificar. También podemos incorporar herramientas para manejarlos cada día un poco mejor.
Vamos a ver cuáles son esas señales que te están avisando de que algo no funciona.
✅ 10 síntomas de la ansiedad que te sirven de aviso
¿Cómo se expresa la ansiedad?
Tu cuerpo te avisa de muchas maneras. No quiere decir que si sufres alguno de estos síntomas tengas ansiedad, pero si entre todos dibujan un cuadro que se parece bastante a cómo te encuentras o cómo te sientes, párate y préstale un poco de atención.
¿Cuáles son las señales?
👉 1. Sientes mareos
El riego sanguíneo no llega con normalidad a todos los puntos, el oxígeno se concentra en unas zonas y escasea en otras. De ahí la sensación de vahído constante.
La respiración se vuelve superficial y rápida, la sensación es de que te falta el aire.
Y además tienes sensación de “embotellamiento mental”. Empiezas a pensar en bucle. No cesa y no puedes salir de ahí.
👉 2. Ánimo depresivo
Tu cerebro empieza a perder serotonina.
Eso puede derivar hacia la depresión pero también hacia la ansiedad. Como digo yo, son dos trastornos “primos hermanos”, y para etiquetarlos correctamente habría que hilar más fino.
Pero para empezar a identificar tus síntomas quédate con eso: tu ánimo se parece bastante a estar cayendo por una cuesta.
👉 3. Miedo al desmayo
¿Te ha pasado alguna vez creer que puedes desmayarte en cualquier momento ante una situación que te produce un nivel alto de ansiedad?
Y solo pensarlo ya te genera más ansiedad.
Pero ten en cuenta esto: solo te vas a desmayar si hiperventilas.
Si aprendes a controlar la respiración, no te desmayarás.
👉 4. Sensación de descontrol
Cuanto más intentas controlar (y no te funciona) más crece la sensación de descontrol. Es un círculo vicioso.Te sientes sobrepasado, como si fuese en un coche y no pudieses controlar el volante.
👉 5. El nudo en la garganta
Un nudo que sientes como real, que te dificulta hablar, que te hace sentir que te asfixias o que incluso que te vas a atragantar.
Te puede acabar generando un problema obsesivo si no lo controlas.
👉 6. Problemas digestivos
De diferente tipo: dolor de estómago, gases, ardor, reflujo, problemas bacterianos, úlceras, etc.
La ansiedad está muy relacionada con los trastornos gastrointestinales.
👉 7. Enfermedades infecciosas
Te haces más vulnerable a este tipo de enfermedades, como la Candiasis.
👉 8. Despersonalización o sensación de irrealidad
Como si toda tu vida ocurriese en una película y la estuvieses viendo desde fuera.
O tu cuerpo no fuese el tuyo. Y piensas: «¿Me estaré volviendo loco?».
Esto no provoca dolor físico -son alteraciones perceptivas- pero no debes dejarlo pasar.
👉 9. El insomnio
Es frecuente que los casos diagnosticados de insomnio crónico estén relacionados con otros trastornos como la ansiedad, la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo.
👉 10. Se acentúan problemas físicos o fisiológicos existentes
Si tenías alguna dolencia (fibromialgia, psoriasis, dolor crónico) es posible que se ponga un poco más cuesta arriba.
✅ ¿Qué hacer si sientes ansiedad?
Para empezar, debes cuidarte.
«Venga, Alba, dime algo que no sepa».
Ojo, que si te parece una recomendación de perogrullo tengo que decirte que no lo es.
Tenemos bastante interiorizado que debemos cuidarnos en muchos aspectos:
- Hacer ejercicio para sentirnos mejor.
- Ponernos a dieta si subimos de peso.
- Ir al médico si nos encontramos mal.
Sin embargo, contra toda lógica, no tenemos tan claro que debamos cuidar nuestra mente.
En ese terreno, solemos pensar: “Ya lo manejo yo. Lo tengo controlado”.
Y es ese “descuido” de pensamientos y emociones lo que muchas veces nos pasa las facturas más grandes.
- ¿Qué es esta emoción o este pensamiento?
- ¿De dónde viene?
- ¿Estoy dejando que me afecte?
Es un ejemplo del tipo de preguntas que te pueden servir para empezar a prestarte atención.
Pero eso solo es el principio del camino. Quiero decirte a dónde te va a llevar: te va a llevar a desarrollar la flexibilidad psicológica necesaria para poder gestionar la ansiedad.
✅ ¿Quieres saber más cosas sobre la ansiedad?
Quizá ese primer paso adelante, sea el más importante de todos porque te pone en el camino. Es decir, conociendo más de cerca qué es la ansiedad y cómo se manifiesta, también podrás relacionarte con ella de una manera más saludable para ti.
Yo te ayudaré publicando esta serie de posts en los que vamos a abordar la ansiedad desde distintos ángulos para tratar de entenderla mejor.
Y si necesitas más, entonces próximamente podrás inscribirte en la nueva formación que estoy preparando: ADLA, El Arte de Aprender de la Ansiedad. En ella estoy volcando mucho conocimiento basado en la experiencia, así como una “caja de herramientas para el cambio” que te resultará muy útil.
Para que la espera no se te haga larga, me gustaría invitarte a nuestro mini-curso gratuito sobre Mindfulness y Ansiedad, en el que tratamos temas como cuál es el origen de la ansiedad, cuáles son sus activadores y qué ejercicios puedes hacer para aprender de ella.
¡Te espero! 😉