Pensar, pensar, pensar… Hay veces que la cabeza no da tregua ¿verdad?
Tiene que haber alguna manera de pararla, pero lo que intentas no acaba de funcionar:
- Lees libros de autoayuda.
- Te relajas y procuras poner la mente en blanco.
- Hasta te has instalado una aplicación en el móvil para que te recuerde que tienes que hacer unas respiraciones a determinadas horas.
Pero tus pensamientos siguen ahí, bombardeándote. ¿Por qué no tienen efecto todas esas cosas que se supone que tienen que funcionar?
Te han hablado de la meditación, pero tampoco tienes muy claro que vaya a ser la solución para ti. Vamos, que no te ves haciendo mantras en la posición del loto.
No te preocupes, no te va a hacer falta. La meditación funciona sin necesidad de eso, y lo mejor es que en este post te explico qué es lo qué tienes que hacer para iniciarte en la meditación de manera efectiva.
✅ Por qué la mayoría de métodos para alcanzar la paz mental no funcionan y las técnicas de meditación sí
Llega un momento en el que el acoso de tus propios pensamientos empieza a molestarte de verdad. Notas que te impide tener momentos de descanso mental y, aunque quieras, no puedes ponerle freno a la cabeza.
Has perdido el control sobre tus pensamientos y la situación comienza a hacerte daño.
Ante cualquier cosa que te sucede, tu mente plantea mil posibilidades. Aparece constantemente en tu cabeza la pregunta recurrente: «¿Y si… hubiese hecho tal cosa? ¿Y si no hubiese hecho tal otra?».
Preguntas retóricas que no te llevan a ninguna parte pero que mantienen tu cabeza a mil por hora.
Así que intentas parar. ¿Qué suele ser lo primero que haces?
- Tratas de pensar en positivo.
- Intentas bloquear los pensamientos negativos.
- Te echas la bronca a ti mismo.
- Pasas de los pensamientos, a ver si se callan.
- Les haces caso a los pensamientos (porque pasando de ellos no se callaron).
¿Por qué nada de esto funciona? Te explico: no funciona porque parte de una base equivocada, que es suponer que existe algo negativo contra lo que tienes que luchar.
Por esa razón no funcionan los programas que enseñan a meditar con el objetivo de quitarte de encima un problema. Los reconoces fácilmente porque suelen llamarse «Técnicas de meditación para…»
Por ejemplo:
- Técnicas de meditación para la ansiedad.
- Técnicas de meditación para dejar de fumar.
- Técnicas de meditación para el dolor, para dormir, para quitarte el estrés o el miedo…
Hay técnicas de meditación para todo.
Meditar para huir de algo negativo va en contra de la propia esencia de la meditación, porque cuanto más te esfuerzas, más te frustras.
Y entonces te esfuerzas más y la frustración también crece más.
La solución es más fácil que todo eso, porque en realidad meditamos con un objetivo principalmente: dejar de luchar.
👉 ¿Entonces? ¿Funcionan o no funcionan las técnicas de meditación?
Lo que hace la meditación es entrenar tu mente para que gane apertura y libertad. No se trata de bloquear la experiencia, sino de permitir que transcurra sin que tú te detengas en las cosas que no te aportan nada.
Por eso buscar técnicas de meditación para controlar la mente es un error. Si intentas controlar tu mente tienes todas las de perder.
Hasta la palabra «controlar» parece un poco fuerte ¿verdad?
Controlan los dictadores. Controlan los padres autoritarios. Lo que yo te sugiero es que trabajes para adoptar en tu vida un rol de líder y que tomes las riendas de tu mente de manera asertiva, para:
- Educar tus emociones.
- Gestionar tus pensamientos.
Porque la manera de que haya paz (tanto en tu mente como en la vida) no es establecer un control por la fuerza, sino tener buenos mecanismos de gestión.
Y ahí sí la meditación puede ayudarte. ¡Y vaya si funciona!
👉 Caso real: cómo Steven Hayes superó sus crisis de pánico a través de las técnicas para meditar
Antes de seguir adelante quiero hablarte de Steven Hayes y contarte su historia.
Por si no lo conoces, Steven ha sido una figura muy relevante en psicología. Lo que esta disciplina ha avanzado desde los años 80 se debe, en parte, a un problema de pánico y ansiedad que él padeció (y que logró superar).
Aunque era un reputado psicólogo y había ido a terapia, nada aplacaba sus crisis de pánico. Los métodos tradicionales no funcionaban.
Así que decidió emprender un viaje para encontrar la raíz de esas crisis de ansiedad: se fue a la India a explorar su mente y emprender un camino interno.
Lo que descubrió fue fascinante: las enseñanzas de la tradición budista sobre la mente le mostraron aspectos que la psicología del momento no estaba considerando. Logró superar su problema de ansiedad y al regresar a Estados Unidos se puso a estudiar más.
Investigó sobre:
- La flexibilidad psicológica.
- La defusión cognitiva (o dicho en cristiano: no engancharse a los pensamientos).
- La aceptación.
Él fue quien formuló la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), con la que yo trabajo. Así nacieron las «Terapias de tercera generación», una revolución en la psicología.
Si hubiera que resumir su esencia en una frase, podría ser esta:
El problema no son los pensamientos, las emociones o las situaciones. El sufrimiento tiene su origen en la forma que tienes de relacionarte con ellos.
El resto de enfoques que surgieron posteriormente van todos en la misma dirección: el problema no es el agua, el problema es que solo sabes chapotear.
¿No sabes lo que es chapotear? Vamos a verlo:
✅ Caer a la piscina sin saber nadar: cómo mantenerte a flote gracias al mindfulness
Esto te va a resultar muy fácil de visualizar:
Un día caes al agua.
No sabes nadar y empiezas a chapotear a lo loco para no hundirte.
Pero al chapotear no avanzas, no te mueves del sitio, no te salvas… Así que chapoteas con más fuerza, a ver si así logras salir del agua.
¿Te suena esta situación? Pues esto te va a sonar más aún: cuanto más chapoteas, más te cansas. Cuanto más cansado estás, más agua tragas.
Pero el instinto de supervivencia tira de ti, y sigues chapoteando… hasta que te agotas.
¿Te digo cómo acaba? Creo que no hace falta.
Pues eso es lo que ocurre cuando luchas contra los pensamientos que te hacen daño.
👉 Y tú ¿chapoteas en tu vida?
Hay muchas situaciones que quizá no identificas. Chapoteas cada vez que:
- Coges un libro de autoayuda para huir de esos pensamientos que no quieres tener.
- Le das vueltas y vueltas a un tema.
- No quieres estar contigo mismo para evitar pensar o sentir algo que te hace daño.
- Meditas para dejar la mente en blanco y que ese tema que te está agobiando no vuelva.
- No haces lo que de verdad querrías porque te produce miedo, ansiedad o inseguridad.
- Y también cada vez que lees un blog de mindfulness para sentir calma y mandar lejos de ti las sensaciones feas.
¿Te reconoces en alguna de estas situaciones?
Pues en todas ellas es como si te hubieses caído dentro de una piscina sin saber nadar.
👉 Deja de luchar contra el agua y contra tus pensamientos
El agua no es el problema. El problema es que no sabes nadar.
De igual manera, tus pensamientos no son el problema, así que vamos a ser imaginativos y tratar de enfocarlo de otro modo.
Veamos… 🤔
- ¿Crees que podrías hacer el muerto en el agua?
- ¿Qué te parecería flotar en vez de chapotear?
Sé que es difícil cuando uno está en pánico, pero si consiguieses hacerlo no te agotarías. Eso para empezar. Así que esa podría ser una salida.
Si logras relajarte y flotar, al cabo de un rato a lo mejor puedes empezar a mover las piernas hacia los lados. ¡Sí, exactamente, como una rana!
Fíjate que, de pronto, tus posibilidades de supervivencia ya han aumentado.
👉 Mindfulness para aprender a flotar
No leas este post con la esperanza de escapar de esos pensamientos que tanto te molestan, porque no va a funcionar. No te haces ningún favor.
Además, no me gustaría ser una más en la lista de todas esas cosas que has intentado para no pensar y no sentir.
Lo que puedo hacer, si quieres, es ayudarte con herramientas para que aprendas «a hacer el muerto» y a entender de una vez por todas cómo funcionan los pensamientos de rumiación (pincha aquí y aprende más sobre la rumiación y lo que provoca en tu cuerpo y en tu mente).
Con ejercicios de mindfulness practicarás un nuevo tipo de relación contigo mismo, con tu mente y con tus experiencias de una forma más sana y coherente. De hecho el mindfulnes puede literalmente cambiar tu mente.
Se trabaja con conceptos como:
- Aceptación.
- Enfoque al momento presente.
- Desenganche de los pensamientos, etc.
Si practicas mindfulness sin tener en cuenta estas herramientas psicológicas estarás perdiendo el tiempo y hundiéndote más. En cambio, si trabajas para abrirte a la vida sin rechazar nada, estarás aprendiendo a flotar.
👉 Meditación antichapoteo para una vida plena: te propongo un plan
Leer sobre meditación y mindfulness no va a ayudarte si no conviertes lo que aprendes en experiencia.
Tienes que incorporarlo a tu vida y para eso, a veces, hace falta ayuda: la mano de una persona que conozca ese camino y el funcionamiento paradójico de las emociones y los pensamientos.
Por eso he creado un programa que reúno todo lo que puedes necesitar. Se llama El arte de meditar de tal manera que funcione.
En este programa he volcado mis conocimientos en psicología clínica y mi experiencia. Llevo más de 5 años dirigiendo terapias y he ayudado a más de 850 personas en su camino hacia el autoconocimiento.
Además, conozco las «jugarretas» de los pensamientos en primera persona, porque durante mi adolescencia tuve que superar un trastorno de alimentación y aprender a gestionar una mente que no me daba tregua.
Así que te entiendo al 110% y lo que te voy a proponer es un programa de meditación y mindfulness que funciona.
¿Y por qué este funciona y otros no? Pues porque va directo a lo que más te interesa:
El programa «El arte de meditar de tal forma que funcione» se basa en tres pilares: práctica, conocimiento y acción.
Combino diversas técnicas punteras:
- La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), de Steven Hayes, la más representativa de la psicología actual.
- Las enseñanzas de Tara Brach sobre el poder transformador de la aceptación.
- La Terapia Cognitiva basada en Mindfulness.
- Herramientas de los programas basados en mindfulness creados por Jon Kabatt-Zinn.
Todo este entrenamiento está distribuido en 4 bloques de meditaciones:
A. El arte de amigarse con el mono
¿Sabes qué es tu mente mono?
Es esa mente que está todo el tiempo funcionando como ruido de fondo. Aprenderás cómo calmarla (o cómo amigarte con el mono).
B. El arte de surfear las crisis
Aprende a aceptar tus pensamientos y sensaciones para poder gestionar las crisis. Es un apartado indispensable para lograr la calma mental. Sin este paso no hay meditación que valga.
C. El arte de poner lo valioso en el centro
Cuando ya estás surfeando, puedes empezar a soltarte, reconectar con la vida y empezar a disfrutar de las pequeñas cosas. También trabajarás la conexión con los valores.
D. El arte de ser amable contigo
Tener una buena relación contigo mismo es importantísimo, porque ¿con quién pasas más horas? Palabras como la compasión o la gratitud pasan a primer plano.
Y todo eso lo vas a hacer con ayuda, porque en compañía se avanza más y mejor.
Echa un vistazo pinchando aquí. Te sorprenderá lo fácil que puede ser empezar a tener una relación contigo mismo y tu mente. 😉
✅ Empieza a meditar con el apoyo de una comunidad mindfulness
Espero que con todo lo que te he contado ya entiendas por qué la meditación, si la realizas de la manera apropiada, puede ayudarte muchísimo a recuperar esa paz mental que necesitas.
Te invito a que pruebes mi mini-curso gratuito, Los 4 Fundamentos de El Arte de Meditar, en el que podrás probar mi programa El Arte de Meditar de tal forma que funcione.
Anímate. Te estoy esperando 😉
Una cosita más:
Puedes ver la experiencia de Steven Hayes, padre del enfoque que yo tengo como psicóloga (Terapia de Aceptación y Compromiso y que impregna mi enfoque de mindfulness, el Método PEI orientado a resultados prácticos mantenibles en el tiempo gracias a la flexibilidad psicológica que explica Hayes en el video).
Míralo, es buenísimo ver cómo no chapotear con nuestras emociones y pensamientos.
>> Ver la historia de Steven Hayes y la flexibilidad psicológica contada por el mismo.